Microchips, Nanotecnología y Biosensores Implantados: ¿La Nueva Normal?
Por Pam Long
El personal militar estadounidense será el primer sujeto en ensayos de nanotecnología en la búsqueda de optimizar la salud y la detección temprana de brotes de enfermedades. Profusa ha contratos de investigación para sensores biointegrados con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA), pendiente de aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos a principios de 2021.
La tecnología sanitaria socava la libertad y la privacidad
El video promocional de Profusa muestra cómo el sensor biointegrado permite a un soldado ser rastreado por computadoras remotas usando GPS, además de monitorear biomarcadores en tiempo real, como los niveles de oxígeno y la frecuencia cardíaca. Si bien esta biotecnología se retrata como potencialmente salvavidas para un soldado en el campo de batalla, las implicaciones del rastreo GPS de individuos es un paso aterrador hacia un estado de vigilancia en la población general. Además, el seguimiento de las personas en etapas de enfermedad sólo puede resultar en tiranía médica en manos de cualquier gobierno. El estudio de la gripe Profusa requiere que los pacientes lleven la versión portátil del lector las 24 horas del día, con una recopilación continua de información de biomarcadores en una base de datos, y tiene como objetivo detectar cuatro etapas de la infección: saludable, infectada, asintomática y en fase de recuperación. Estas etapas de detección poco fiables podrían convertirse en los criterios para los diferentes niveles de participación individual en la sociedad, tal como se experimenta en los bloqueos insostenibles a nivel estatal COVID-19 para las masas.
¿Se puede invertir? ¿Se puede rechazar?
Esta nanotecnología Profusa tiene tres componentes: un sensor insertado llamado hidrogel, un lector de sensores fluorescentes emisor de luz en la superficie de la piel y un componente de software electrónico que transmite a una base de datos en línea. La vacuna SARS-CoV-2 planea incorporar esta tecnología y no hay información sobre cómo se podría eliminar la tecnología, si es que se puede eliminar. “Los biosensores diminutos que se convierten en uno con el cuerpo” podría implicar un compromiso de por vida.
La investigación en nanotecnología en DARPA es muy controvertida y tiene como objetivo crear “super soldados” con inteligencia artificial que da capacidades mejoradas a los seres humanos como sentidos elevados, visión tenida y fuerza extraordinaria. Según una declaración de DARPA, el programa, conocido como el diseño del sistema de ingeniería neuronal, “tiene como objetivo desarrollar una interfaz neuronal implantable capaz de proporcionar resolución de señal avanzada y ancho de banda de transferencia de datos entre el cerebro y la electrónica”. ¿Estos “superpoderes” y cualquier efecto secundario serían permanentes o limitadores de la vida? La página web del programa de DARPA señala que “las interfaces neuronales más efectivas y de última generación requieren cirugía para implantar electrodos en el cerebro”.
¿Es ético exigir a un soldado que implante nanotecnología como misión esencial o para la protección de la fuerza? ¿Puede el personal militar rechazar la nanotecnología incorporada en un mandato de vacuna o de salud de la cadena de mando? El consentimiento informado y no consentido es la base de la ética médica.
Vacunas: ¿el caballo de Troya para la adopción mundial de la nanotecnología?
El Instituto de Nanotecnología de Soldados del MIT y el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos están investigando el uso de adyuvantes basados en nanotecnología en nuevas vacunas para el ejército contra el paludismo, la tuberculosis, el VIH y el ébola.
Según este documento, “El Proyecto 1.6 propone desarrollar dos tecnologías de plataforma que promuevan de forma segura y eficiente las respuestas inmunitarias en los entornos de vacunación y terapéuticos: los ganglios linfáticos dirigidos a los adyuvantes anfilos y las nanopartículas metálicas recubiertas de ligandos anfifílicos inmunes. Estos dos enfoques son ideales para orientar compuestos adyuvados a los tejidos linfoidees e inmunomoduladores a las células inmunitarias durante la infección, respectivamente.”
Además de las preocupaciones de las vacunas experimentales para el personal militar, es probable que los civiles sigan en los mandatos de las vacunas con la nanotecnología. El seguimiento de la ubicación individual y los datos metabólicos personales es demasiado poder para cualquier gobierno o departamento de salud. Y además, si la tecnología puede enviar señales de bioquímica de la persona al gobierno, entonces probablemente la tecnología tiene la capacidad de enviar también señales de alteración de la bioquímica del gobierno a la persona. ¿Cuáles son las limitaciones y salvaguardias para la capacidad remota del gobierno para afectar o controlar los pensamientos, las emociones y el funcionamiento vital de una persona? La nanotecnología podría dar omnipotencia basada en datos a los controladores y crear un mundo opresivo de gobernanza disfrazado de salud pública.
¿Qué puedes hacer? Con más poder para abogar por su salud registrándose para la conferencia en línea Protecting Health and Autonomy in the 21st Century del 16 al 18 de octubre con 40 oradores, incluyendo Robert F. Kennedy, Jr.
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© 05 Oct 2020 Children’s Health Defense, Inc. This work is reproduced and distributed with the permission of Children’s Health Defense, Inc. Want to learn more from Children’s Health Defense? Sign up for free news and updates from Robert F. Kennedy, Jr. and the Children’s Health Defense. Your donation will help to support us in our efforts.